Rarae aves
no es fácil acomodar los ojos para entrar en la noche
cuando las sombras besan la tierra
y el aliento socava la palabra extraviada en la garganta
un grito mudo
el canto de la piedra
el rastro sonoro de la primera aurora
un puro asombro azul
hijos del día heridos desde el vano de la misma existencia
carne inadvertida
rarae aves de vuelo impertinente planeando abismos ignorados
trazando líneas para armar mundos en las nubes
ebrios devenires puentes vacilantes colgando del tiempo
Noviembre 2017