Es un reclamo desde el vacío, una suma de páginas que nunca se consuman y nos dejan en ese incumplimiento, en esa falta que nos señala como meros creadores de sombras inconclusas
Pero no hay pausa para el pensamiento continuamente puesto a prueba, lo impensado nos acomete a diario y nos provoca a revisar el transitado territorio de lo pensado, avistar los posibles, mantenerse en lo abierto y dar voz al silencio, porque sin silencio no hay otro. No hay lenguaje
A veces es una palabra inadvertida, inesperada, la que despierta la inquietud que nos conduce a ver la brasa que duerme bajo la ceniza,el secreto que no se ha dejado atrapar porque el pensamiento tiene carga de espiga y dimensión de océano
El sentido, ese acaparamiento imperioso, indiscreto y ávido de la significación que ilustró la historia de Occidente, Hoy ha querido convocar su sombra, desbordado de tanto discurso, fue rumor vacío de una otredad intraducible hasta aparición espectral del sin- sentido. Más y menos que presencia, más y menos que ausencia
Hoy la pregunta por el sentido, gesto apasionado de aproximación a una lejanía inalcanzable a través de una senda devastada, asume el retiro de esa voluntad significativa, pasa por encima del agotamiento de la significación y sitúa al pensamiento en el límite de un sentido sin significado, un sin-sentido
Queda un espacio entre ese ser que pasó, el fundamento absoluto, y su ausencia, un agujero simbólico que el Hoy reserva a una pregunta, una brasa que enrojece, una palabra silenciosa que deja su silencio quebrarse en cada una de nuestras respuestas, pero no existe “saber” que no sea un infinito “no saber” donde se estrellan para reinventarse sus presuntos conocimientos y así evitar seguir velando su desaparición
El hombre siempre es posterior a sí mismo, acarrea el déficit de su nacimiento perdido porque el hombre nace arrojado, no enraizado, por eso sigue fijado en esa incógnita, buscando eternamente su sentido alrededor de ese momento primero y así hace un mundo que lo refleja produciendo cosas que lo protegen de los desniveles de la contingencia, lo consuelan y al mismo tiempo lo distraen de la finitud pero que no dan “ese” sentido justamente a causa de ese mismo reflejo, Narciso extraviado, pero que de cualquier manera se ha erigido en un destino, la homogeneización de todos los ritmos del mundo con un mismo leitmotiv que hemos interiorizado y con el que nos identificamos al tiempo que nos provee una máscara de nuestra propia representación, esa somnolencia de la existencia, el transcurrir de un movimiento vacío
Así, en nuestro nicho ideológico, persuadidos y sumados, estamos solos frente a la pura inmanencia de la facticidad del mundo despojado de cualquier referencia extramundana y donde solo allí se encuentra la posibilidad de sentido
Existencialmente ya no hay más que el mundo mismo que no tiene más sentido pero es el sentido
Somos lo abierto y a través nuestro se expone el sentido. La subjetividad inexplorada, ese resto que no ha sido colonizado, puede hacer la diferencia, el lugar donde el sistema se desbarranque pero sin reapropiarse de un sentido que no se infiera de las propias condiciones del mundo
Se presiona al mundo para que se signifique y de esa manera se in-significa al sentido, se lo pulveriza hasta su dehiscencia total. Justamente allí podrían rastrearse las brasas de un sentido posible en las actuales condiciones de vida. Lo que no volveremos a encontrar es un sentido fundante y totalizador
La palabra, puente intangible donde se apuntalan los vacíos, llega en el silencio, cuando se acallan todas las voces. Aunque inútil es la obstinación de seguir nombrando el sentido, el viento persistente de la letra no cesa, roza el misterio y lo entrega a la vacilación y a la impunidad de la palabra, siempre como lo inacabado, siempre frágil y desprevenida en un mundo donde el lenguaje se banaliza, se normaliza de acuerdo a mandatos que la violentan, devastándola y convirtiéndola en un mero tránsito por las superficies de un discurso que es nada más que un territorio consensuado donde las experiencias de vida se reducen a una homogeneización legitimada de los disfraces de la realidad, un espacio muelle donde reflejarse sin sobresaltos ni provocaciones
Ya no hay sentido del mundo sino una tarea por hacer
El mundo ha devenido desierto, el Gran Anuncio, y en el desierto uno se transforma en otro, en aquel que sabe el peso del cielo y la sed de la tierra, aquel que ha aprendido a contar con su propia soledad
Inmensidad de arena /nsaciabilidad de lo que interroga
La verdad de este desierto en el que erramos es que aun sea posible la pregunta
Aún en el vilo de nosotros mismos debemos hacer a un lado nuestras ilusiones de un retorno al sentido como lo conocimos, solo podremos reencontrar los pedazos de un sentido quebrado – otros sentidos posibles - nunca otro fundamento que nos sostenga y nos asegure la salvación. Es el nuevo desafío de la civilización
Lo que está en juego es esa posibilidad de sentido o de sentidos y acontece en un pliegue existencial entre el sentido y el sin-sentido. Linda con la desnudez de la existencia, con inventar la vida a cada momento, liberándola del yugo de la representación, descubriéndola ya que a vida desnuda está ahí, a espaldas de haber pertenecido
Cuando el sentido se despeña se da el encuentro con lo imposible, emerge la otra lengua, las puertas inesperadas de las epifanías
La escritura es una proximidad hecha de distancia. Habita la frecuencia de lo ausente. Es la paulatina despedida de la palabra, el alejamiento de un mundo que se va borrando con indolencia, vaciándose. Una bitácora del bien vivir políticamente correcto con normas ad hoc. Un archivo de existencias que a nuestro pesar nos piensa, nos significa y nos representa, perdidos como estamos, inmersos en un no-sentido que es nuestro único sentido
Lo más profundo es la piel y el sentido y que se viva ya sea como escozor, herida, roce, caricia, golpe, rasguño, magulladura, tatuaje, cicatriz,
eternas las palabras de Jean - Luc Nancy y qué necesario recordarlas a medida que crecemos en este mundo a través del sin sentido
Junio 3 de 2025